Artículo escrito por Mariana Hernández (México).
Cuando viví en mi amado México, tuve la suerte y la buena puntería de hacer un máster en Logoterapia. Mi background es psicología y siempre me he dedicado al mundo corporativo, la investigación y data science, y más recientemente desde el liderazgo y el negocio; estudiar psicoterapia era un interés personal, para entenderme mejor a mí y a los demás -un poco ilusa ;-)
La logoterapia es una escuela de psicoterapia, la tercera de Viena, fundada por Viktor Frankl (1905 - 1997).
Un neurólogo y psiquiatra que creó esta escuela basada en el sentido y la voluntad humana como el centro de la salud mental.
Bien decía que la última de las libertades que siempre tendremos es elegir cuál actitud podemos tomar ante lo que nos llega en la vida. Imperdible su libro, que sigue siendo hoy en España top ventas, "El hombre en busca de sentido".
También estudió la importancia de entender que el sentido se descubre "allá afuera" y que salirnos de nosotros mismos y dedicar parte de nuestras capacidades, talentos o virtudesa a los demás, puede reforzar ese sentido de propósito.
A veces nos "miramos mucho el ombligo" y podemos engrandecer los retos y problemas que tenemos y perder perspectiva, privando al mundo de aprovechar lo que tenemos para dar.
Son varios los estudios que vinculan la generosidad, el darse y compartir, con el aumento del bienestar personal percibido.
La Universidad de Zurich ("A neural link between generosity and happiness"; Soyoung Q. Park; Thorsten Kahnt, et al; 2017) concluyó que las áreas del cerebro dedicadas a las decisiones generosas y a la percepción de felicidad están conectadas. Harvard Business Review ("Why giving to others makes us happy", Michael Blanking; 2023) hace una revisión de diversos estudios globales que demuestran que las personas nos sentimos mejor cuando damos algo de valor para nosotros (tiempo, conocimiento, dinero) y aún más importante es ver los resultados.
En el último artículo que publiqué aquí, en Mujeres Líderes América, comenté que el reto de alcanzar mayor equidad de género en el mundo corporativo en general y tecnológico en particular, tiene que ver con el ejercicio de la solidaridad, generosidad o la consciencia de que no estamos solas en esto.
Os dejo tres ideas para ponerlo en práctica:
1. Conviértete en mentora. Hay muchas plataformas, asociaciones y grupos que buscan conectar nuevos talentos con mentoras que compartan su experiencia y guíen decisiones clave. He sido mentora en varios espacios, entre ellos el programa Promociona de ESADE (Madrid) y han sido de las mejores experiencias de mi vida.
2. Ejerce un liderazgo consciente. Si tienes un equipo, eres líder, manager o guía, recuerda que eres un ejemplo y un role model para todo tu equipo por igual, y en particular, si tienes mujeres que están transitando el camino de su crecimiento, hazte más consciente de cómo puedes ayudarlas a ponerse en valor y ser vocales con sus talentos.
3. Abre espacio. Cuando participes en reuniones de trabajo, abre el espacio para que tus compañeras o reportes participen y compartan. Puedes ser sponsor o apoyo en proyectos de colegas. También trabajar en conjunto con tantos y tantos hombres aliados y compañeros.
Es un win-win. Ganas en experiencia, riqueza y bienestar y ganan ellas recibiendo tu inspiración. Pay it forward.