Tengo 33 años, soy graduada de Ingeniera Comercial y Empresarial, Magister en Dirección de Empresas, cursé un Programa Ejecutivo de Especialización en Finanzas y Mercado de Valores, en el 2022 finalicé un Programa de Formación de Mujeres Lideres para Gobierno Corporativo y Alta Dirección, y actualmente estudio Derecho como segunda carrera.
Mi compromiso y alto grado de responsabilidad me ha permitido alcanzar altos puestos directivos a lo largo de mis 12 años de experiencia profesional.
He desarrollado proyectos relacionados a la gestión de calidad, planificación financiera, gestión de riesgos, sostenibilidad, gobierno corporativo, y alianzas estratégicas.
1. ¿Podrías contarnos a qué te dedicas, así como tu entidad/empresa/ong?
Durante los últimos 7 años he trabajado en una firma calificadora de riesgos ecuatoriana. Es una empresa de servicios no financieros para empresas del mercado de valores, compañías de seguros y entidades financieras del sector público, privado y solidario.
Inicié siendo pasante y en el 2021 me convertí en la presidenta de la compañía.
He estado al frente de varios proyectos durante los últimos años donde los más importantes para mi fueron la internacionalización y el nuevo enfoque hacia la sostenibilidad de la compañía.
Mi siguiente paso es dedicarme en asesorar a mujeres jóvenes profesionales y no profesionales que quieran emprender o escalar en sus empresas a puestos directivos.
Así mismo, me gustaría formar parte de algún directorio y así fortalecer el gobierno corporativo de alguna empresa o institución de Latinoamérica.
2. ¿Cuáles son los principales retos a los que has tenido que hacer frente por ser mujer y qué has aprendido de ellos?
Bueno creo que el más desafiante ha sido la adaptación.
Soy una mujer joven, profesional y soltera; y a ratos eso se entendía como si no tuviera otra vida que no sea el trabajo.
Entonces muchas veces dejé de lado eventos o momentos personales, por cumplir con mis obligaciones.
Siempre queremos dar lo mejor de nosotras a otros, pero nos olvidamos de nosotras mismas.
Es verdad que nos queremos comer el mundo y somos multi tareas, pero he tenido que aprender a darme tiempo para mí.
El poder desarrollar nuevas habilidades como el liderazgo y resiliencia, me ha permitido ocupar cargos directivos no solo en Ecuador sino en Panamá.
En el mundo financiero lleno de hombres, para mí ha sido retador encontrar mi voz y dar mi voto. No solo dar una opinión sino generar un cambio positivo con la decisión que tome.
Finalmente, la experiencia y el formar equipos de trabajo con generaciones tan volátiles como las que tenemos ahora, me ha fortalecido el temple.
El no abandonar, el de luchar y el de conquistar día a día lo que considero mi misión de vida.
3. ¿Crees que tu condición de género te haya dificultado aún más tu desempeño profesional?
No creo que mi condición de mujer haya dificultado mi desempeño profesional, más bien tuve la dicha de contar con un jefe que le daba la oportunidad a las mujeres por ser más detallistas y controladoras.
La mujer genera confianza y reputación, y en el sector que pertenezco; han sido aspectos claves para mantener a los clientes.
Más bien, para mí ha sido difícil en ciertas ocasiones, el tema de la edad.
Yo trabajo desde muy joven y tengo suficiente experiencia para conversar con un alto ejecutivo de un banco sobre la situación real de su institución; y muchas veces, creyeron que no tenía ni tengo la experiencia suficiente para dar una opinión, por lo que han preferido reunirse con el dueño de la empresa que es 12 años mayor a mí.
Aun siendo la presidenta, me tocó experimentar esos desplantes. Pero son situaciones que debemos entenderlas como oportunidad.
No se trata de demostrar en papel sino en acciones lo que valemos y el alto nivel de compromiso y responsabilidad que asumimos en un cargo.
4. ¿Qué ha sido lo más difícil que te ha tocado vivir durante el ejercicio de tu labor?
Bueno. Al ser representante legal me tocó experimentar la persecución mediática y la defensa jurídica ante una denuncia penal no sustanciada por el denunciante.
Fue una etapa muy dura porque inicialmente no supe como manejar una situación de crisis emocional y empresarial.
Pero cuando uno es profesional y se está preparado académicamente hablando, encuentra en estas situaciones una oportunidad. Y a pesar de las circunstancias salimos fortalecidos.
Fue desgastante emocionalmente, tuve que recurrir apoyo psicológico para no caer en depresión, a pesar de ser una mujer creyente sentía que la oración no era suficiente.
Somos mente, cuerpo y espíritu. Mi alma estaba bien pero mi mente y cuerpo estaban en lucha constante. Y por eso es valioso entender que necesitamos ayuda, que no siempre podemos solas. Que en el camino te tropiezas, pero también te levantas y avanzas.
Y fueron dos años de angustia pero que me condujeron a un nuevo yo, y aun nuevo enfoque de la empresa.
Literalmente nos renovamos.
5. En tu opinión, ¿qué has podido percibir en el desarrollo del liderazgo de las mujeres en los países de América?
He podido percibir que ahora somos más las que anhelados conseguir nuestros sueños. Creo que el empoderamiento nace por conocerse a uno mismo y así, amarse.
Creer en nuestras capacidades, aceptar nuestras debilidades y tratar de moldearlas, pero sobre todo de comprender que somos complemento para el hombre.
Que tenemos nuestro rol en la sociedad que suma a lo que otros son, con el objetivo de hacer de este mundo un mejor lugar.
Potenciamos hoy por hoy nuestras fortalezas, y queremos ponerlas a disposición del mundo en todos los estados de vida y profesiones.
Ese anhelo de ser exitosas y exponer nuestros criterios profesionales, es un gran avance que vivimos.
Salimos a luchar por el pan de cada día de nuestros hogares, no nos quedamos lamentando.
Ayudamos en la contribución económica del hogar.
Queremos estar presentes en la política, porque entendimos que es necesario un cambio radical y que podemos ser un factor importante ante la crisis social que se vive actualmente en LATAM.
Creemos, nos amamos y nos esforzamos por ser un buen ejemplo y alzar nuestra voz de manera positiva.
Sin embargo, también creo que hay mucha desinformación y que hay movimientos que tergiversan las situaciones para sus propios intereses y no el bien común.
La lucha es fuerte, pero creo que el objetivo es lo primordial.
Acceder a oportunidades laborales en todo ámbito.
Ser escuchadas y no discriminadas por nuestro género.
6. Podrías enumerar 1 lección de liderazgo con la que pudieses identificarte y que te haya ocurrido ¿cuál destacarías? tal vez identificando alguna/s mujer/es en especial.
Me identifico con todas las mujeres que han sufrido cualquier grado de agresión o abuso y han salido adelante en silencio.
Que esa situación las transformó, y decidieron ser agentes de cambio.
Pero si de personajes se trata, Michelle Obama es mi favorita. Es una mujer digna de admiración. Profesional, firme, de clase, humilde, buena esposa, divertida, elocuente y de un carácter fuerte. Su amor propio es tan grande que lo multiplica a su familia.
Amarse no es arrogancia ni egoísmo, es libertad. Y ella lo expresa en su sonrisa y en sus palabras. Y lo que más admiro, fue ese apoyo incondicional y firme para su esposo, demostrándose la complementariedad que brindamos las mujeres a los hombres.
Aspiro en construir esa personalidad de Michelle y poder compartirla con mi futuro esposo, cuando llegue el momento.
7. Una última pregunta, ¿dónde podemos encontrarte? (Web, teléfono, correo…).
Me encuentran en mis redes sociales. Twitter @natycortezm | LinkedIn | Email hola@nataliacortez.com | WhatsApp +593 9 6933 3047