Artículo escrito por Ma Paz Castillo Herrera (Chile). Título completo: ¿Cómo impacta el desarrollo de la neurociencia en la educación?
Para el desarrollo de competencias y habilidades, el elemento clave es el trabajo conjunto, las redes. Mientras más y mejores redes generemos, más conectamos.
Durante el mes marzo, se llevó a cabo la plataforma de intercambio de ideas y pensamiento más importante de Latinoamérica, Congreso Futuro 2023, llegó bajo el eslogan: “Sin límite real”.
Anna Forés, quien es doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona (UB) y directora del posgrado de Neuroeducación de la UB, habló sobre la importancia de la transformación digital y la tecnología, para el desarrollo de la neurociencia.
La neurociencia da cuenta sobre cómo la actividad del cerebro interactúa con el entorno para entender la conducta y cómo aprende , guarda información y cuáles son los procesos biológicos que facilitan el aprendizaje. Por lo tanto, enfatiza la importancia de la educación y también, nuestra transformación. Se trata de ser capaces de abrir nuestra mirada al futuro, creando escenarios de confianza, que permitan un aprendizaje colectivo.
La globalización, la crisis económica y la crisis sanitaria, nos han llevado a situaciones inciertas y de incertidumbre, que han impactado en nuestro desarrollo humano y social. Desde esa mirada, la Neurociencia nos lleva a reconocer la importancia de desarrollar las emociones (básicas para el logro de nuevos aprendizajes), así como también de las funciones ejecutivas (responsables de dirigir la actividad mental, actuando como un director de orquesta) para promover nuevos aprendizajes, desarrollar nuestras competencias y generar mejores espacios sociales.
Para el desarrollo de competencias y habilidades, el elemento clave es el trabajo conjunto, las redes. Mientras más y mejores redes generemos, más conectamos. El vínculo, y la capacidad de relacionarnos con otros, es básico para lograr desenvolver nuevas competencias. Siempre debemos buscar ser referentes, significativos en nuestros entornos sociales, creer en nuestro potencial y, como dice Benjamin Zander en el libro, “El arte de lo posible”, ¨hacer poderosos a los demás¨. Somos seres sociales, y cuanto más colaborativo y cooperativo sea nuestro aprendizaje, mayor será nuestro desarrollo colectivo.
Para potenciar esta mirada, la Neurociencia nos invita a:
- Favorecer los ambientes de aprendizaje: aprender del error, potenciar el humor, des-dramatizar.
- Desarrollar la creatividad: pensamiento creativo, para buscar otras salidas, sumar experiencias.
- Impulsar la autoestima: trabajar las fortalezas para salir adelante ante la adversidad.
- Promover la flexibilidad: priorizar en aquello que nos da sentido “propósito”.
- Fomentar la esperanza: promover redes de aprendizaje, acciones de trabajo colaborativo y empatía.
Dentro de las frases célebres de Anna Forés, señala: “Perseveremos, pasemos a la transformación de la adversidad, en algo bello”. Aprendamos y rescatemos de las crisis, la esencia de la vida.
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