Artículo escrito por Raquel Valle (España). Título completo: Las Mujeres P.
Las personas multidisciplinares se caracterizan por dar rienda suelta a sus inquietudes, por sentir curiosidad por varios campos de conocimiento y el deseo de no dejar de aprender nunca.
Seguramente habréis escuchado el refrán “quién mucho abarca, poco aprieta”. Cabe destacar su aparición en La Celestina, en concreto con la intervención de Sempronio: “Contentémonos con lo razonable, no sea que por querer más lo perdamos todo, que quien mucho abarca, poco aprieta”. En este punto se abren dos líneas de debate, destacando en rojo y a negrita el verbo contentarse con algo, y por otro, este refrán, que, en la nueva era del emprendimiento, ha quedado desfasado.
Hace unos años estaba mal visto cambiar de empleo, siendo esto una señal de poca valía e inestabilidad social y laboral. Se daba por hecho, que el puesto que se iba a ocupar sería el primero y el último. Una situación laboral permanente hasta la jubilación, que rinde tributo a la expresión “con la cuchara que coges comes”. Hoy en día, afortunadamente, el cambiar de puesto de trabajo es signo de acumulación de experiencia y conocimiento en contextos distintos, a la par de construir una nueva red de contactos.
Personalmente, en el mundo del emprendimiento, destaco por mi función heteogénea. Ser “la chica Barbie” que evoluciona y se adapta a los cambios generacionales, rompiendo el techo de cristal. En los último 60 años, estas muñecas se han caracterizado por sus más de 200 profesiones que se han ido transformando con la sociedad. Entre ellas, hoy destacan, afortunadamente, la de ingeniera informática, desarrolladora de videojuegos e ingeniera robótica, entre otras.
Así que puedo sentirme orgullosa de ser una chica Barbie, capaz organizar un evento, gestionar la comunicación de una empresa, interponer una demanda o presentar un congreso. Los perfiles multidisciplinares, como todo en la vida, tiene sus pros y sus contras. Resultan singulares en el mercado laboral y son muy difíciles de encasillar y de etiquetar. En este punto aparece el nuevo concepto de las mujer P, las mujeres polifacética.
Las personas multidisciplinares se caracterizan por dar rienda suelta a sus inquietudes, por sentir curiosidad por varios campos de conocimiento y el deseo de no dejar de aprender nunca. Estos perfiles se adecúan sobre todo a los puestos directivos de grandes empresas. Cuando comencé mi experiencia en el sector hotelero, mi primera mentora me recomendó ejercer en todos los departamentos, desde cocina, pisos, restaurante, recepción… ¿Cómo vas a dirigir una empresa si no conoces su funcionamiento? Si tú sabes de primera mano, cuánto tiempo se tarda en limpiar una habitación y su procedimiento, en la recepción, como gestionar un rack, sabrás de antemano las necesidades o problemas que puedan surgir durante el servicio.
Bien es cierto que no nos podemos dedicar a todo al mismo tiempo, en ocasiones hay que elegir. ¿Pero qué sucede si tienes todo bien atado?. Podríamos extrapolarlo a algo tan básico como una guía telefónica. Puedes partir una sola página, pero si las coges todas e intentas partirlas a la vez, es bastante improbable que se rompan. Por tanto, se puede ser multidisciplinar siempre que los proyectos estén bien atados, dedicándole a cada tarea el tiempo necesario para lograr su éxito. De hecho, tengo la suerte de estar rodeada de personas empresarias y dedicadas al emprendimiento, que son CEO de empresas de formación, negocios de restauración y también se dedican a la comunicación corporativa. Esta es el nuevo paradigma que presenta el mundo del emprendimiento.
Así que antes de finalizar, dejo esta reflexión, ¿por qué tenemos que elegir dedicarnos a una sola área?. Puedes especializarte, ser la mejor en ella, pero continuar ejecutando proyectos que están deseando salir de nuestro interior. Darle vida a las ideas es un valor añadido, que con pasión, capacidad y tiempo se crea la receta necesaria para ser una verdadera mujer P.
